martes, 22 de febrero de 2022

DE LA HONESTIDAD A LA SIMULACIÓN

De Celeste Sánchez Romero a la Greta Greenberg mexicana

“Hay quienes luchan un día y son buenos; hay quienes luchan un año y son mejores. Hay quienes luchan muchos años y son muy buenos. Pero hay quienes luchan toda la vida: esos son los indispensables”. Bertolt Brecht

A mi entrañable Celeste con inmenso cariño

Al tiempo que en el congreso se desarrolla una serie de foros en el marco del Parlamento abierto para debatir sobre la Reforma Energética impulsada desde el ejecutivo federal, ocurrió la desaparición física de una luchadora de siempre, una servidora pública de esas que son garbanzos de a libra por su indiscutible compromiso con la Cuarta Transformación y una honestidad a prueba de todo: la Dra. Celeste Sánchez Romero, Diputada Federal por Durango.

¿Por qué se torna inmensamente relevante el ejemplo de vida de Celeste en estos momentos de definiciones? Precisamente porque hemos tenido oportunidad de atestiguar actuaciones de simulación infame por parte de “expertos” con rimbombantes títulos de instituciones cuyo propósito no es garantizar el bienestar de amplios sectores sociales sino todo lo contrario: combatir los esfuerzos que realiza el actual gobierno federal para que nuestro país alcance la soberanía energética, pilar fundamental de un verdadero desarrollo, aquél que conduce a la equidad socioeconómica y a la erradicación de las brutales desigualdades impulsadas en 36 años de rapacidad indiscriminada (otra forma de llamar al neoliberalismo).

Por cierto, hablando de la participación en la res pública de la juventud, se torna sumamente lamentable que, entre este grupo de defensores a ultranza de lo indefendible, se encuentre una Greta Greenberg mexicana, Nora Cabrera, quien utilizando sofismas expresados con una emotividad digna de mejores causas, intentó “conmover” e “impresionar” a jóvenes que ignoran la rapacidad de sexenios pasados, con falsedades como que la Reforma Energética enviada por el Presidente López Obrador “detiene la transición energética”. Este trasnochado grito de “ahí viene el lobo” tan socorrido por la plutocracia que ha lucrado sin mesura y sin el menor rastro de ética con un propósito loable como es un fomento creciente del uso de energías limpias, es el constante caballito de guerra de una oposición carente de principios que sólo escucha sus propias mentiras. Ignoro si esta joven genuinamente crea lo que dice y si se haya ocupado de leer con cuidado el texto de la reforma de marras. Sin embargo, es obligación de cada ciudadano, joven o viejo, verdaderamente interesado en que contribuyamos al cuidado de nuestro medio ambiente, el llevar a cabo un esfuerzo real por conocer a fondo los fundamentos de una iniciativa que busca consolidar la soberanía de nuestro país.Esta elevada cualidad de entender el entorno y, en consecuencia, trabajar ardua e incansablemente en aras de contribuir a la Cuarta Transformación que no sólo incluye un cambio radical* de mentalidad sino una modificación de las condiciones creadas en el período neoliberal para así lograr el bienestar de todos los sectores de nuestra sociedad, fue el sello de Celeste, quien no sólo participó en tribuna con inteligentes discursos para apoyar las causas más nobles, sino que promovió foros de información sobre la verdadera naturaleza y propósitos de la Reforma que actualmente se debate en el congreso. Y la diferencia abismal que encuentro en la admirable labor de Celeste en contraste con los ademanes histriónicos y discurso simulador de la Greta Greenberg mexicana, es justamente la absoluta honestidad con la que esta inigualable y genuina representante popular expresó lo que sabía y entendía de dicha reforma, siempre teniendo en mente la defensa de los intereses de las mayorías que es, indudablemente, lo que cada militante de izquierda (partidista o no) debe tener como prioridad.

Ignoro si la Greta mexicana algún día volteará a ver su actual actuación y si estará en circunstancias de avergonzarse por haber intentado manipular con un discurso lacrimógeno y sobrado de histrionismo, el sentir de ciudadanos preocupados por los estragos que la actividad humana está generando en el medio ambiente. Yo espero que sí. Lo que sí queda prístinamente claro es que ella representa la antípoda de Celeste Sánchez Romero en cuanto a la genuina inquietud por el deterioro ambiental que el excesivo uso de combustibles fósiles y otras actividades humanas han venido causando . Las aseveraciones completamente infundadas que esta joven pronunció en uno de los foros del Parlamento Abierto sólo demuestran que, muy lamentablemente, ella permitió ser utilizada para defender los intereses de un grupo de plutócratas (no empresarios) que en complicidad con desgobiernos entreguistas de pasados sexenios vieron incrementadas sus ingentes ganancias a costa de abusar sin medida de una empresa que es patrimonio de todos y cada uno de los ciudadanos y cuyo sentido NO es el lucro sino el garantizar el usufructo de un bien considerado como un derecho humano: la electricidad, sin la cual es imposible disfrutar de una vida digna.

Cierro esta breve reflexión a manera de homenaje por una irrepetible, Celeste y su maravilloso legado, con un exhorto respetuoso por todos aquellos que en vida no aquilataron el valor de esta entrañable luchadora por las mejores causas: que atesoren su legado y emulen tanto su honestidad como su indiscutible compromiso porque, ciertamente, no habrá homenaje post mortem que se equipare con el intentar imitar su ejemplo.

El regalo más grande que les puedes dar a los demás es el ejemplo de tu propia vida. Bertolt Brecht

*Radical: significa de raíz, de fondo y no “extremista” como varios medios han hecho creer.

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