Sr. Woldenberg, con la consabida arrogancia supina de siempre, usted asume que por el hecho de
ser bienvenido en ciertos programas informativos que a veces confunden la
decencia con la obsecuencia, la inmensa mayoría que aquél histórico 1 de julio de
2018 decidió cambiar de rumbo y mandar al basurero a toda esa clase politiquera
criminal que usted tanto aplaude y defiende, no tenemos memoria de las
atrocidades, violaciones de la ley primera y todos los derechos humanos de un
pueblo que decidió decir BASTA! e iniciar una historia distinta en la que el Soberano
de México hará realidad lo estipulado por el Artículo 39 de nuestra Constitución: "La
soberanía reside original y esencialmente en el Pueblo. Todo poder dimana del
pueblo y se instituye para beneficio de éste. El Pueblo tendrá en todo momento el
inalienable derecho de cambiar la forma de su gobierno". Y voy más allá: "todo poder
dimana del Pueblo..." y por ello hemos iniciado ya la construcción de la auténtica
democracia que significa en esencia: gobierno del pueblo.
Usted podrá seguir pretendiendo engañar con su "amor" por la "democracia", pero
la suya y de sus compinches, tal como desvergonzadamente lo hizo en el año 2000
con la engañifa más perversa llamada "el cambio" que usted vendió a un pueblo
ansioso de creer en una institución creada en consenso con el Consenso (de
Washington) y que hizo realidad su testaferro Carlos Salinas de Gortari quien en
1990 se sacó de la manga el Instituto Federal Electoral (IFE y ahora INE).
Usted
podrá seguir garrapateando remedos literarios como su reciente pasquín "Contra el
autoritarismo" en donde demuestra el mismo daño que la neurociencia describe
como aquel estado mental y cognitivo en el que el afectado ya no distingue entre la
realidad y el delirio como producto de mentir ininterrumpidamente a los demás y,
por supuesto, a sí mismo.
También podrá seguir presenciando la infamia con la que se comportan sus colegas
del indefendible INE, tal como en el pasado atestiguó, sin que se le moviera una
sola neurona de la corteza frontal, los crímenes de lesa humanidad perpetrados
tanto por el Carnicero de Michoacán, también conocido como el Tomandante
Borolas alias Felipe del Sagrado Corazón de Jesús Calderón Hinojosa, así como
las de Peña Nieto que también cometió toda clase de fechorías para hacerse de la
presidencia (con su silencio cómplice y la connivencia de su compinche Lencho
Córdova) y que con su Reforma Energética intentó darle el golpe de gracia al
patrimonio del Soberano Pueblo de México: PEMEX y la CFE. Pero lo que usted,
José Woldenberg, no puede hacer es contagiarnos de sus delirios.
Evidentemente, la desesperación suya y el grupo que usted tan afanosamente
defiende y que es el que corrompe, transgrede y pisotea nuestra Ley máxima,
pretenden no darse cuenta de las visibles trapacerías y delitos electorales y de otra
índole, llegando al extremo de aceptar la intervención de un gobierno con una
tenebrosa historia de invasiones, injerencismo y robo descarado de territorios y
recursos en nuestro y otros continentes, asumiendo actitudes de una insania que
sólo les genera más repudio del que ya habían despertado en una sociedad cada
vez más informada y más alerta ante los vanos intentos de su gremio por regresar
al paraíso de corrupción, putrefacción e impunidad que casi nos destruyeron como
Nación, porque entérese usted, la Nación somos el Soberano Pueblo de México.
Nada, absolutamente NADA de lo que ustedes intenten contra nosotros, el
Soberano Pueblo de México, logrará lo que tan enloquecidamente añoran: volver a
apropiarse de lo que no es suyo para entregarlo a sus patrones allende las fronteras
porque, sabe usted (o no sé si recuerda), ustedes están repitiendo la historia de
indignidad protagonizada primero por Lucas Alamán y sus pares en tiempos del
dictador Santana, y posteriormente los Miramón y Mejía cuando fueron a arrodillarse
ante Napoleón III para traer un príncipe europeo a "gobernarnos", o cuando los
aplaudidores del otro dictador, Porfirio Díaz, admiraban la europeización del país a
costa de la sangre de esclavos en las plantaciones de henequén y el horrendo
despojo de campesinos...ahora ustedes, intelectuales y demócratas de mentiras
pretenden esa misma iniquidad con el actual imperio del norte que insiste en
apoderarse de lo que este gobierno digno, que camina de la mano de su mandante,
el Pueblo de México, ha empezado a recuperar para consolidarnos como Nación
digna y soberana.
En su enloquecida mente, usted cataloga al actual gobierno como "autoritario" y sólo
confirma que padece de un severo daño producto de su tendencia a mentir un día
sí y otro también y piensa que vamos a creerle. Entiendan usted y sus pares: no va
a suceder lo que tanto añoran. Tendrán que resignarse a seguir recorriendo el
camino de la indignidad que los llevará a donde pertenecen: el basurero de la
historia.
Patricia Barba Ávila
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